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Writer's pictureHector Santana Rodriguez

¡Aleluya! Dios Continuará Haciéndonos Bien (Romans 5:9-10)



Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de El. Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida. —Romanos 5:9-10

¿Cómo puede alguien que ha reconocido que Dios le ha dado un nuevo corazón pensar que Dios se cansará de hacerle bien? La duda surge de nuestra debilidad, y Él lo entiende. “Porque El sabe de qué estamos hechos, se acuerda de que somos sólo polvo” (Salmo 103:14). Pero no estamos destinados a vivir presas del temor y la incertidumbre.


En aquella tempestad, Jesús reprendió a Sus discípulos: “…¿Por qué estáis amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?” (Marcos 4:40). No consideraron Quién estaba allí ni lo que ellos representaban para Él. Jesús les había probado ser Dios, y les había llamado, y los estaba equipando para una misión.


Nuestro pasaje afirma que si vivimos conforme a la luz de la revelación de Dios, estaremos seguros de nuestra salvación y del favor de Dios en cada momento de nuestras vidas hasta que el Padre celestial nos reciba en Sus brazos.


Pablo nos dice que el haber sido justificados por Dios garantiza el que entraremos en Su gozo eterno. Más adelante Pablo señalará que “…a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos también justificó; y a los que justificó, a ésos también glorificó” (Romanos 8:30).


Pero el apóstol sabe que, aunque deberíamos simplemente aceptar lo que Dios nos dice, a menudo necesitamos ser convencidos por medio de argumentos que nos parezcan razonables. Cuando Jesús llama a sus discípulos a no afanarse, les dice: “Porque la vida es más que el alimento, y el cuerpo más que la ropa” (Lucas 12:23). En otras palabras, si Dios te ha dado la vida y el cuerpo, ¿no te dará también el alimento para sostener esa vida y el vestido para cubrir ese cuerpo? Hace sentido. Si nos ha dado lo mayor nos dará lo menor.


Y es exactamente lo que hace Pablo aquí. El gran problema del hombre es que no alcanza la gloria de Dios (Romanos 3:23). Y lo que Dios hace es reconciliarnos con Él (2 Corintios 5:18), declararnos justos (Romanos 1:17), y ésto por medio del sacrificio de su Hijo. Si tan solo meditamos en que Dios fue capaz de convertir enemigos en hijos, no tendría sentido pensar que ahora que somos sus hijos no nos seguiría favoreciendo. Y Pablo insiste en esto cuando plantea: “El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con El todas las cosas?” (Romanos 8:32).


Por lo que, amado hermano, debes crecer cada día en el conocimiento de Jesucristo y el alcance de Su obra; lo que realmente Él logró cuando dijo “consumado es”, y cuando recibiste este beneficio por medio de la fe.


Alaba al Dios que siempre te hará bien, Aquel que completará la obra que ha comenzado.

 

Para Reflexionar

  1. ¿Te has preguntado por qué tienes temor acerca del mañana?

  2. ¿Conoces lo suficiente de Aquel en quien has confiado ? (2 Tomoteo 1:12)

  3. ¿Meditas a menudo acerca de lo inmutable del amor de Dios? ¿Recuerdas que Jesús amó a los suyos hasta el fin? (Juan 13:1)


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